Esta exploración mide la relación entre la presión y el volumen de la vejiga, durante el llenado vesical.
Dado que la presión intrabdominal se transmite a la vejiga, se introduce un catéter rectal para evitar esta influencia. La presión desarrollada por el músculo detrusor se obtiene restando de la presión vesical (medida por la sonda uretral), la presión abdominal (medida por la sonda rectal).
La cistomanometría estudia la fase de llenado vesical y se realiza mediante el llenado con un fluido, que suele ser agua destilada o suero fisiológico, a una velocidad constante y a través de un catéter transuretral 7 fr, aunque puede hacerse a través de una sonda suprapúbica. En el caso de realizarse un estudio videourodinámico, el llenado se hace con contraste yodado.
Esta exploración nos aporta datos relacionados con la sensación, capacidad y acomodación vesical, pudiendo registrarse además la existencia de contracciones involuntarias.
El enfermo debe presentar sensaciones al llenado, siendo imprescindible, para la correcta interpretación de esta prueba, la adecuada comunicación del que realiza la exploración con el paciente.
Durante la realización de una cistomanometría se valoran los siguientes datos:
Capacidad vesical: volumen vesical en el que el paciente tiene grandes deseos de orinar. Capacidad vesical normal en el adulto: entre 300 y 550 ml.
En el niño, esta capacidad es menor, estando relacionada de forma lineal con la edad.
Presión vesical de llenado: presión vesical que corresponde a la capacidad máxima. Normal por debajo de 30 cm H2O a máxima capacidad.
Acomodación vesical (compliance): relación entre volumen y presión vesical.
La acomodación vesical es la medida que nos permite conocer la distensibilidad vesical. El valor de la acomodación resulta de dividir el volumen vesical con la presión, pudiendo hacerse de forma instantánea o continua (incrementos de volumen frente a incrementos de presión, DV/DP).
La alteración de la acomodación vesical es debida a:
Cambios en la pared vesical (fibrosis con aumento de la proporción de colágeno)
Alteraciones neurológicas (lesión de motoneurona inferior del elemento simpático de la inervación vesicouretral).
Se considera acomodación vesical no disminuida o normal, cuando este valor es superior a 30 – 40 ml/cm H2O.
- Existencia de contracciones involuntarias del detrusor (Hiperactividad del detrusor): actividad del detrusor fásica y no voluntaria, independiente de su amplitud y que se produce durante la fase de llenado vesical.
Habitualmente producen sensación de urgencia miccional y pueden acompañarse de escape urinario durante el estudio o incluso desencadenar la micción de forma involuntaria (hiperactividad del detrusor terminal).
Desde el punto de vista urodinámico, en la hiperactividad del detrusor, hay que observar la amplitud de la misma (la presión que llega a desarrollar el detrusor), aunque el fenómeno es independiente de dicha amplitud. También se observará la capacidad vesical a la que se produce la contracción.
La hiperactividad del detrusor puede manifestarse como un aumento de presión tónico, a veces de difícil diferenciación con la acomodación vesical disminuida.
Si dicha actividad del detrusor se observa en el contexto de una enfermedad neurológica se denomina Hiperactividad del detrusor Neurógena (denominada anteriormente hiperreflexia vesical).
Cuando no existe patología neurógena, la hiperactividad del detrusor puede ser idiopática o secundaria a patologías tales como la obstrucción del tracto urinario inferior, u otros procesos (litiasis, inflamaciones, tumores..).
Las contracciones involuntarias del detrusor durante la cistomanometria se consideran patológicas.
- La urgencia sensorial se caracteriza urodinámicamente por la existencia de una gran urgencia miccional (normalmente a escasa capacidad vesical) sin actividad apreciable del detrusor y frecuentemente se asocia con dolor al llenado. Hemos de distinguir la hiperactividad vesical (urgencia motora), de la urgencia sensorial, aunque ésta última, genera una clínica urinaria muy similar (urgencia, polaquiuria). No obstante, esta terminología está en desuso.
- Incontinencia urinaria de esfuerzo.
Se define incontinencia urinaria de esfuerzo como la pérdida urinaria con el aumento de la presión abdominal sin acompañarse de contracción del detrusor.
En el caso de la incontinencia urinaria de esfuerzo, nos dará importante información sobre el origen de la misma (incontinencia de esfuerzo genuina o por incompetencia esfinteriana), mediante la medida de la presión abdominal de fuga que es la mínima presión abdominal o vesical a la que se produce una pérdida urinaria. Habitualmente se realiza a una replección vesical media (200 ml).
La presión abdominal de fuga se mide con la paciente en bipedestación, haciendo que la paciente realice lentamente la maniobra de valsalva hasta que se aprecie escapa de orina en la fluoroscopia.
Si con el valsalva no hay fuga, se dirá a la enferma que tosa.
- La incontinencia urinaria mixta es aquella en la que se demuestra hiperactividad del detrusor e incontinencia con la tos o el valsalva en la cistomanometría.
La normalidad de este estudio demostrará la existencia de una capacidad vesical normal, con una baja presión de llenado y la inexistencia de contracciones involuntarias del detrusor. No se deberá demostrar incontinencia urinaria con la tos o el valsalva.
Sólo en estas condiciones podemos afirmar que un estudio cistomanométrico es normal.
Tras la realización de la cistomanometría es muy importante evaluar la fase de vaciado en busca de patologías asociadas a los datos patológicos encontrados en la fase de llenado tales como obstrucción del tracto urinario inferior.
Existe la posibilidad de no demostración de datos patológicos en esta prueba. Ante la fuerte sospecha clínica y para evitar esta circunstancia, pueden utilizarse maniobras de provocación tales como aumentar la velocidad de llenado, los cambios de posición o realizar la maniobra de Valsalva o la tos de forma repetida. En casos seleccionados puede indicarse la realización de una Urodinámica Ambulatoria para filiar adecuadamente el cuadro.
El estudio urodinámico y en concreto, la cistomanometría, es el patrón oro en el diagnóstico de la vejiga hiperactiva y permite diferenciar esta condición de otros tipos de procesos como son la incontinencia urinaria de stress o la incontinencia mixta.
Este artículo ha sido tomado de la siguiente página web: http://www.urodinamia.com/